Zaragoza es una ciudad fascinante y de la cual pueden disfrutar desde los más pequeños hasta los más mayores. A lo largo del año, son muchos y muy diferentes los acontecimientos que se producen en la ciudad. En este artículo te vamos a detallar, desglosado por estaciones, lo más destacado de cada periodo para que puedas decidir por ti mismo la mejor época para visitar Zaragoza, ya que, como conclusión, la respuesta a esa pregunta es un claro DEPENDE DE LO QUE BUSQUES (fiesta, tranquilidad, buen tiempo, eventos concretos…)

Zaragoza estación a estación. ¿Qué me voy a encontrar en…

…primavera?

Si estás pensando en visitar Zaragoza durante los meses de marzo, abril o mayo, hemos de decirte que sin duda es la mejor época si lo que buscas es buen tiempo y realizar actividades al aire libre, salir de tapas (te recomendamos la zona del Tubo), o pasear por la ribera del Ebro con tranquilidad.

Y es que, aunque Zaragoza es una ciudad ventosa (debido a nuestro famoso cierzo), llegada la primavera ya no suele soplar tan fuerte y la progresiva subida de las temperaturas lo vuelve incluso agradable.

A nivel de actos en la ciudad, destaca por encima de todo la Semana Santa de Zaragoza, con actos litúrgicos de gran belleza, procesiones que ponen los pelos de punta y el increíble Rosario de Cristal donde las luces de las peanas iluminan la noche maña.

…verano?

El verano suele pegar fuerte en Zaragoza, con temperaturas elevadas en pleno julio y agosto. No obstante, hay muchas actividades en las que estos meses son el momento perfecto para su realización. Desde las numerosas piscinas repartidas por la ciudad, festivales de música, conciertos al aire libre tanto diurnos como nocturnos…

Además, en estos meses de verano (como en muchas otras grandes ciudades), los habitantes de Zaragoza suelen irse de vacaciones, muchos de ellos a las playas del Mediterráneo, por lo que, si buscas oferta cultural, dentro de nuestro gran abanico de museos, salas de exposiciones etc. encontrarás lugares fresquitos donde disfrutar de manera tranquila y sin demasiada gente. No te pierdas nuestro artículo con los 10 mejores museos de Zaragoza que debes visitar.

Por último, si vas a estar varios días en nuestra ciudad, esta época es perfecta para que hagas una excursión de 1 día cerca de Zaragoza (al Monasterio de Piedra, Belchite, Loarre…), estos lugares te van a encantar.

…otoño?

El otoño en Zaragoza es sinónimo de fiesta y diversión. Y es que no podemos hablar de esta estación sin hacer referencia a la semana grande de la ciudad, las maravillosas Fiestas en Honor a la Virgen del Pilar, también conocidas como “los Pilares”, celebradas alrededor del día 12 de octubre. Unos días llenos de festejos de todos los tipos y para todos los públicos en unas de las mejores fiestas populares de toda España.

A nivel climatológico, la estación otoñal difiere bastante en Zaragoza desde su comienzo en septiembre, con temperaturas normalmente todavía altas, a sus semanas finales. Si lo que te preocupa es el tiempo en Pilares, nos encontramos en unas fechas donde puede pasar de todo, pero, haga el tiempo que haga, las vas a disfrutar sin ningún tipo de duda.

…invierno?

Con el final de año llega la Navidad, una época mágica en la que Zaragoza se envuelve en un gran espíritu navideño que hace las delicias de pequeños y mayores.

La Plaza del Pilar se viste de gala y bien podría rivalizar en belleza con cualquier famoso mercado navideño del centro de Europa. Un Belén gigante que se puede recorrer a pie, actividades para niños como rampas de hielo, pista de patinaje y casetas navideñas con todo tipo de productos navideños (galletas de jengibre, manzana especiada, el conocido vino caliente o mulled wine…) un placer para ver y para degustar.

Pero la Navidad en Zaragoza no solo se queda en su caso histórico, ya que las arterias principales de la ciudad y muchos de sus barrios se llenan de luces y ponen sus propios árboles navideños para crear una atmósfera que recorre todos los puntos de la capital maña. Quizás no tengamos tantos millones de luces led como Vigo o Madrid, pero la belleza de nuestra Navidad es incuestionable. 😉